miércoles, 2 de diciembre de 2009

Naturaleza Perfecta


No es difícil describir lo que tú me haces sentir,
pues cada que te veo,
mi corazón quiere gritar y volar
como un ave surcando el cielo y el mar.
Te describiré lo más perfecto que pueda…
Es tu cabello la suave y fina arena
que resbala entre mis dedos,
y tus ojos,
del azul más cristalino y hermoso
como el mar tan inmenso,
con esa profunda mirada que impone ternura
y empapa de alegría mi alma.
Son tus labios tan bellos y sensibles
como la piel de un durazno
que quisiera disfrutar toda mi vida.
Tu sonrisa,
brillante y perlada como la Luna llena,
alumbra mis pensamientos cada noche.
De tu piel brotan venas
como las raícen a un árbol,
resaltando tu fuerza y gallardía a cada paso.
Llevas en ti el alma de un niño
dentro del cuerpo de un hombre,
persona inigualable
que posee una voz inalcanzable,
y que hipnotiza tan sólo al admirarle.
Agradezco tu existencia,
tú formas parte de mi vida,
llenando mi ser de brillantes estrellas
y relampagueando mis emociones
a diestra y siniestra.
Te amo…

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