miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un astro, una leyenda

Por la materia de ENSAYO I, escribí un texto sobre uno de los temas más polémicos desde hace años hasta la actualidad: Michael Jackson. Creo que me emocioné un poco escribiendo, pero fué lo que me salió del alma... MJ es la historia de nunca acabar. Espero que les guste.


Un astro, una leyenda

Meses después de su desaparición, aún no me explico y no me entra en la cabeza el hecho de su muerte. Brindó al mundo años y años de alegría, excelente música y explosivos bailes y conciertos, que difícilmente se podrán olvidar. Cuando yo era niña, recuerdo vagamente que escuchaba algunas de sus canciones, y sobre todo, la canción de aquella película de los años noventa, Liberen a Willy”. “Will you be there” para mí es una bellísima melodía (mejor dicho, mi favorita), que hasta la fecha la escucho y me transmite una emoción inexplicable.
Hablar de Michael Jackson es prácticamente el cuento de nunca acabar, tanto de cosas buenas como de cosas malas. Perteneció a una enorme familia: sus padres, Katherine Esther Scruse, y Joseph Walter “Joe” Jackson (quien me cae mal), y sus 10 hermanos,
Rebbie, La Toya, y Janet, y seis hermanos: Jackie, Tito, Jermaine, Marlon, Brandon (mellizo de Marlon que murió poco después de nacer)[] y Randy.
Un hombre que probó los dulces y amargos sabores de la fama desde los 6 años de edad, tocando bongoes y panderetas al unirse él y su hermanos Marlon al grupo formado por sus hermanos mayores, Jackie, Tito, Jermain y Randy: The Jackson Five, en 1964.Me sorprende totalmente el gran talento que Michael demostró desde que era un niño, mismo que lo llevó a la cima del éxito, y cruelmente, a su propia muerte.
Se dice que cuando era niño (y creo que hasta en la adolescencia), Michael sufría de maltrato y acoso sexual por parte de su padre. El hecho de no vivir una infancia feliz, estar “solo” y volverse retraído, provocó que viviera con alma de niño toda su vida. No entiendo como teniendo tanto dinero no se haya podido pagar un psicólogo o un psiquiatra, allá él y su mala cabeza. Tanto fue su afán por nunca crecer que, en 1988, mandó a construir un enorme rancho, con mansión, zoológico y parque de diversiones, llamado Neverland, en Los Ángeles, California. Hay versiones dicen que Michael llevaba a ese gran rancho a muchos niños enfermos y hasta jugaba y dormía con ellos, cosa que más tarde le traería serias consecuencias y numerosas demandas sobre abuso.
¿Acaso Michael era fan de Peter Pan? Hasta se mencionó que tenía ese síndrome… ¿Por qué le puso ese nombre a su rancho, que más tarde terminaría en pésimas condiciones y sería embargado? En español, el nombre se traduce a “El país de nunca jamás”, lo que nos dice que Michael no quería crecer, y que en su propio país quería ser aparentemente feliz por siempre. Me importa un reverendo rábano lo que él hizo con su vida, que sólo fue hacerla pedazos. Los problemas que tuvo, tanto con medicinas, con sus millones de dólares, y hasta la pedofilia (que sólo El de arriba y él saben la verdad), marcaron por completo su vida, hasta llegar al grado de renegar de su raza, haciéndose quien sabe cuántas cirugías plásticas e inyectándose porquería y media “para verse mejor” que más que eso, parecía zombie. Son cosas que sinceramente, a mí no me interesan, ya que sólo veo y admiro las cosas positivas que dejó como legado.
Sus grandes éxitos, como ABC (estando en los Jackson Five), I´ll be there, Thriller (con el cortometraje mejor realizado y más caro en su época), Beat It, Billie Jean (donde hace el clásico pasito), Heal the world, Smooth Criminal (en cuya coreografía hace un impresionante paso, que consiste en un efecto anti-gravedad inventando por él, en donde se inclina en un ángulo de cuarenta y cinco grados, que sabrá Dios como sea pero me deja pasmada), Black or White (en este video sale bailando con diferentes razas del mundo), Will you be there, Man in the mirror, Scream (a dueto con su hermana Janet, el video más caro de los años noventa, no sé por qué pero bueno), I just can´t stop loving you (la única canción que sacó en versión en español), We are the world (a dueto con grandes artistas como , Stevie Wonder,
Mariah Carey, Céline Dion, Tom Petty, Reba McEntire, Ricky Martin, Carlos Santana, Beyoncé Knowles (Destiny's Child), Nick Carter (Backstreet Boys), Aaron Carter, Mya, Luis Miguel, Gloria Estefan, Shawn Stockman (Boyz II Men), Shakira, Usher, Brian McKnight, Julio Iglesias, Luther Vandross, John Secada, Billy Gilman, Alejandro Sanz, Christian Castro, Olga Tañón, Anastacia, Juan Gabriel, Thalía, Ziggy Marley; en una grabación destinada para recaudar millones de dólares para las familia de víctimas del 11 de Septiembre) y muchas más, son excelentes ejemplos del poder que Michael poseía con su música.
Pero no sólo cantó y bailó, sino también debutó como actor en distintas películas, como El mago de Oz (1978, su personaje fue el Espantapájaros, actuando con Diana Ross, filmación que no tuvo éxito), Captain EO (1986, con el papel del Capitán), Moon Walker (1988), Ghosts (1998), Hombres de negro II (2002, Agente, el cual sale 25 segundos), Miss cast away and the island Girls (2004 Agente MJ), y This Is It (2009, recopilación de sus últimos ensayos).
Hace años yo ni siquiera le tomaba tanta importancia (por así decirlo) como ahora, y tampoco conocía su trayectoria musical, excepto el video ese de los zombies con todo y su famosa canción, video que antes me daba miedo y ahora me da risa y siento admiración. Pero poco tiempo atrás volví a escuchar su nombre en el llamado “Juicio del siglo” (Ah, ¿pues qué tan importante era?), y lo ví tan mal y todo demacrado, con esos lentes de mosca, esa cara y esa peluca que hasta miedo me dio. Sin embargo, nunca cambiaron sus mayores dones: su voz y su baile.
“El Rey del Pop”, sí, efectivamente, aplaudo ese sobrenombre. Aplaudo también su sentir por cuidar el planeta, reflejando eso en canciones como Heal the world, Earth song y We are the world. Michael también tenía otro gran don: ayudar. Tanto así, que hasta llegó a estar nominado para el Premio Nobel de la Paz, por ser tan altruista, y el que más donó y ayudó a los pobres en África… otro de los aspectos que admiro mucho de él.
Ahora, sus hijos Michael Joseph Jr (conocido también como Prince) y Paris-Michael Katherine, son hijos de su primer matrimonio… y del segundo, su hijo Prince Michael Jackson II. ¿Cómo puede ser que los chamacos sean rubios? ¿No se supone que el gen del padre es el dominante? ¿Qué diablos pensaba Michael cuando arriesgó a uno de sus hijos, cargándolo y casi tirándolo por la ventana de un hotel en Alemania? Lo lindo de esto, es que los niños fueron parte fundamental de él, pues siempre se mostró como un padre amoroso y responsable (a excepción de aquella loquera en Alemania) de sus hijos. Pero yo tengo mis dudas, y pienso que de plano no son hijos biológicos de él, sino que rentó óvulos y espermas para poder “concebir” una familia por otros medios.
Llevó una vida excéntrica (como también lo era su forma de vestir, de dulce, chile, mole y manteca), pero aún después de muerto, nunca dejará de brillar en el firmamento de grandes estrellas como Elvis Presley y John Lennon.
Su reciente documental, “This Is It” (Esto es todo), es una extraordinaria recopilación de sus últimos ensayos y hasta la selección de sus bailarines para iniciar su gira, la cual constaba de cincuenta conciertos (ni ha trancazos hubiera terminado) que ofrecería en la O2 Arena en Londres, en donde quería invitar a varios artistas, entre ellos, a los tres protagonistas de la saga Harry Potter, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint. Puedo asegurar que ese documental es magnífico, mostrando a cada minuto la perfección que este hombre exigía para hacer su trabajo, y brindar un espectáculo inigualable. Si la vida le hubiera permitido continuar, estos conciertos hubieran sido (creo yo) los más impactantes de toda su carrera, pues siempre trató de innovar sus presentaciones, dejando a sus espectadores sin habla (por la emoción y afónicos de tanto gritar).
25 de Junio del 2009: fecha definitiva y mortal. Me cuesta trabajo creer en tantas veriones sobre la muerte de Michael, me impactó su físico, débil y de muy bajo peso… que por el coctel de medicinas al que él llamaba “leche” (fuertes anestésicos como el Propofol y creo que hasta drogas), que según fue homicidio por parte de su doctor de cabecera, Michael Murray; y hasta la descabellada idea de que actuó su muerte, para pagar todas sus deudas, saliendo a la luz un disque video de él mismo explicando todo (lo cual se me hace una fantochada, pues es imposible jugar con la muerte, y menos con los sentimientos de millones de fans), yo pienso que ese video es la “obra maestra” de algún experto sin nada que hacer y con muchas ganas de ser famoso… ¡Ja! Pobre idiota.
Tuvo que fallecer para que yo me diera cuenta de la clase de artista que era, y que seguirá siendo… vaya, qué ciega estaba. Me declaro su fan, por que no puedo evitar escuchar sus canciones, ver sus videos y conciertos, que son la prueba de que él era un verdadero artista, y se convirtió en uno de mis artistas predilectos.
Cientos de rumores existen sobre su desaparición, por ejemplo, que su cuerpo no estaba dentro del ataúd de oro cuando fue su homenaje en el Stapless Center, hasta ese que menciona que lo enterraron sin nariz (que se perdió en la autopsia) y que le quitaron el cerebro para estudiar su comportamiento y por qué fue un hombre tan “extraño”… o también el video donde supuestamente aparece su fantasma en los pasillos de Neverland… ay nanita, sea cierto o no, eso me da escalofríos.
Michael Jackson fue un magnífico hombre, al que yo respeto y admiro muchísimo. En verdad pienso que fue una de las contadísimas personas en el mundo que vino a cumplir una misión muy específica, haya sido de una forma u otra, se convirtió en una joya de inigualable valor, y muchos todavía lloran su pérdida.
Michael Jackson, que revolucionó a la humanidad gracias a su excelente trabajo, fue, es, y seguirá siendo un astro, una leyenda.

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